viernes, 1 de mayo de 2015

Dormir bien en el tercer trimestre



A medida que se acerca el final de la "luna de miel" de tu embarazo , también se van terminando tus noches de plácido sueño. Muchos estudios demuestran que la calidad del sueño durante el tercer trimestre es peor que nunca (aunque tal vez eches de menos esta fase una vez que nazca tu bebé). Seguramente no te consolará saber que, al igual que tú, cientos de otras futuras mamás dan vueltas en la cama sin poder dormir. 

Por qué no logras encontrar una posición cómoda

Tu barriga está demasiado grande para que puedas acostarte cómodamente. Si no logras dormir mejor tumbada sobre el lado izquierdo con almohadas o cojines colocados entre tus rodillas y detrás de tu espalda, cambia la cama por un cómodo sillón reclinable. A medida que tu barriga va alcanzando su dimensión máxima, puede que duermas mejor en una posición más incorporada.

Aumenta otra vez la presión sobre tu vejiga

¿Te acuerdas del primer trimestre, cuando parecía que pasabas más tiempo en el baño que en cualquier otro lugar? Pues ahora vuelves a sentir lo mismo, pero esta vez es gracias a tu pequeñín, quien sigue creciendo y poniendo presión sobre tu vejiga. Lograrás reducir la cantidad de veces que te levantas para ir al baño por las noches si bebes menos líquidos al final de la tarde y al anochecer, y si vacías completamente la vejiga (consejo: será más fácil hacerlo si te inclinas hacia adelante al orinar).

La acidez y otros ladrones del sueño

No te sorprendas si la acidez estomacal, y los calambres en las piernas, así como las pataditas y los codazos del bebé, no te dejan dormir de noche. Muchos estudios indican que durante el tercer trimestre las embarazadas tienen menos periodos de sueño profundo y se despiertan más veces durante la noche. O sea, dormir bien es prácticamente imposible en esta fase del embarazo.

Un entrenamiento para el futuro

Aunque puedas aminorar o evitar algunos de estos problemas, habrá algunas noches en las que simplemente no podrás dormir. Piensa en estas noches como una especie de entrenamiento para los días que vendrán después del nacimiento del bebé.

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