martes, 17 de febrero de 2015

Mitos y creencias sobre el sexo del bebé: ¿niño o niña?


A pocos días de tener esa ecografía tan esperada para todas las futuras mamás siempre nos entra la curiosidad o ganas de apostar por si nuestro bebé va a ser niño o niña. A día de hoy es muy fácil poder conocer el sexo del bebé en las primeras semanas de embarazo incluso con una anlítica de sangre en la semana 8 es posible confirmarlo al 98%. Si te has visitado por privado en la semana 11-14 seguramente ya sepas con un alto % el sexo del bebé ya que suelen tener unos escáners más especificos dónde la claridad de la imagen es más buena, eso y que el especialista sea un poco mañoso. Si tu seguimiento es por la SS tendrás que esperar sobre la semana 20 en la ecografía morfológica para salir de dudas, eso si el bebé se deja ver ya que por esas semanas se mueve a sus anchas.

Son muchos los "cuentos de viejas" en torno al sexo del bebé. Nunca se ha demostrado que sean verdad, pero son dichos y refranes que han pasado de generación en generación, y todavía hoy son muchas las que piensan que según sea la forma de la barriga, la embarazada tendrá niño o niña.

Métodos de andar por casa para predecir el sexo del bebé

-  Cuando es niña, las nauseas son más frecuentes: En mi caso en el primer embarazo tube 0 náuseas y fue niña. En el segundo embarazo tube bastantes nauseas el primer trimestre sobretodo provocado por los olores y también fue niña.

- La cadenita, método popular allá donde los haya, sobre todo realizado en la infancia. Yo tengo recuerdos de un grupo de amiguitos haciéndonos esta prueba, lo que no sé es si acertaría… Existen distintas variantes: que la cadena sea de oro, que en el extremo tenga un anillo o una cruz, que balancee sobre la palma de la mano o sobre la barriga… El caso es que si la cadena se balancea hacia adelante y hacia atrás, se esperaría un varón. En cambio si el movimiento fuera circular el embarazo traería una niña: me lo han hecho con un anillo colgado de un hilo y las dos veces han dado vueltas, esta vez también.

- La coronilla, sólo si tenemos ya algún hijo, pues hay que fijarse en el nacimiento del pelo de la cornilla del hijo anterior. Si el nacimiento lo tiene en el centro, el próximo bebé será niña; si lo tiene a un lado, será niño (aquí este método falla con mis hijas); si tiene dos nacimientos, serán gemelos-mellizos. No quiero pensar el pelo rebelde que ha de tener el hermano mayor de unos cuatrillizos…
 
- Los sueños de la futura mamá: si sueña con círculos, será niña; si sueña con formas puntiagudas, será niño. Aunque no sé si es muy habitual soñar con formas geométricas, entre los sueños raros del embarazo...

- La prueba del aceite: se echa unas gotas de aceite sobre la parte más saliente de la barriga, si se desliza rápidamente es niño, si lo hace de manera lenta, es niña. No sé si será muy efectiva para predecir el sexo del bebé, pero al menos quedará más suave la barriga…
 
- Los antojos son otro mito a la hora de predecir el sexo del bebé: si a la mamá le apetecen dulces, es porque espera una niña; en cambio, si lo que desea comer son alimentos ácidos o salados, está embarazada de un varón.

-  Si el aspecto de la cara no experimenta cambios como acné o hinchazón significa que es niño: He tenido dos niñas y en ningún embarazo tube acné o hinchazón.

-  Cuando es niña, el vientre es más ancho y cuando es niño, el vientre adquiere una forma más longitudinal: en los dos embarazos mis barrigas han sido redondas.

Predecir o programar el sexo del bebé

Comentamos ahora otros métodos que servirían tanto para conocer el sexo del bebé durante el embarazo como para planificar que sea niño o niña, esto es, “programar” la concepción con el fin de escoger el sexo del bebé. Lo cual de por sí es bastante arriesgado ya que, sin tener en cuenta la arbitrariedad de los métodos, no siempre es sencillo calcular con precisión el momento de la ovulación.


- La tabla china para conocer el sexo del bebé es uno de los métodos más extendidos, no sólo para saber si será niño o niña cuando ya ha llegado el embarazo, sino para “programar” la concepción según el gusto de la pareja. Este calendario está basado en la edad que tiene la mujer al momento de quedarse embarazada y en el mes en el que el bebé es concebido. No obstante no hay evidencia científica de su efectividad. En las dos anteriores me acerto ahora me sale niño.



- Nos trasladamos a otra cultura milenaria, en este caso a la civilización maya. La tabla maya para conocer el sexo del bebé parece provenir de los datos estadísticos que obtenían de estudios que ellos mismos realizaban. El método para mirar la tabla es igual que el del calendario chino: hay que mirar la edad de la mujer en el momento de concebir al bebé y el mes en que se produce la concepción. Por si os lo preguntabais, las tablas maya y china no coinciden.


- La fórmula gitana combina la edad que tenía la mujer al quedar embarazada y el número de mes en que quedó embarazada (enero=1, diciembre=12). Se suman ambas cifras y si sale par es niño, si sale impar es niña.


- Otra fórmula de origen desconocido es aquella que suma tres cifras: la edad de la madre, el número de mes en que nació y el del mes de la concepción. Si el resultado es impar, niño y si el resultado es par, niña.


- Además tenemos métodos basados en el calendario lunar, que toma la práctica que utilizaban los ganaderos para preñar a las vacas en el momento adecuado según quisieran tener hembras o machos. En la web encontramos sitios como Príncipe o princesa, que se dedican a elaborar estas predicciones.
 

Hablamos finalmente de un método más para planificar el embarazo que para conocer el sexo del bebé, ya que se basa en la dieta previa a la concepción y el momento en que se produce la ovulación. 

El método Baretta fue diseñado por una bioquímica argentina llamada Adriana Baretta. Según ella, una dieta previa al embarazo garantiza la elección del sexo del bebé: el mayor consumo de productos ricos en calcio y magnesio favorece la procreación de niñas, mientras que el sodio y el potasio de niños. También entrarían en juego los ciclos menstruales, y aquí sí que habría cierta base científica: se ha demostrado que el momento más próximo a la ovulación favorece la procreación de niños, mientras que 48 horas antes se favorece la gestación de niñas. 

En definitiva, aquí algunos métodos para predecir el sexo del bebé. Seguro que podréis aportar otras pruebas que conozcáis, anécdotas más o menos mágicas que acertaron. ¡Y enhorabuena, sea niño o niña!


Yo en dos días salgo de dudas!!!


 
 

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